miércoles, 29 de julio de 2015

AUNQUE LA MONA...O DEL PLATO A LA BOCA

Hay ciento noventa y tres especies de simios y monos vivientes, ciento noventa y dos cubiertas de pelos y supuestamente solo una lampiña es la que piensa, la inteligente y la única que logró evolucionar, eso nos dicen los libros de ciencia que llevan cientos de años en el estudio del mono “inteligente”,  del que se destaca de los demás… antes de que los creyentes en alguna religión me vayan a lapidar a  tuitazos  les comento que solo es una entrada para ejemplificar lo que estamos viviendo…

Después de un comienzo flojo en la copa de oro, la selección mexicana daba mucho qué desear y de no ser por los arreglos que a todas luces se hicieron tras bambalinas, llegan a la “gran final” y para beneplácito del pueblo mexicano LA GANA , y “con todas las de la ley”,  tan es así que en la penúltima jugada Layún y Oribe Peralta se dan el lujo de fallar un gol  por soberbia, por demostrar superioridad ante el enemigo que yacía vencido “abatido” diría el general y hoy condecorado por salvaguardar las buenas obras de la sociedad,  Salvador Cienfuegos.

 La soberbia es muy mala consejera, pésima diría yo, es un espejo que magnifica la imagen dentro de tu pequeño cerebro de mono inteligente, luego entonces vives en un mundo totalmente idealizado desde tu perspectiva y regularmente desde la óptica de la multitud de siervos que para este momento observan y suman los elogios que tu mente terminó aceptando, las huestes te llevan al lugar donde realmente te sientes Dios… Cualquier semejanza con quien se sienta en la silla de “Los Laureles” es mera coincidencia.

 Sigamos pues… cuando ya estás inmerso en ese mundo fantástico donde tus superpoderes traspasan concreto, forman túneles con tu vista de láser y a un chasquido de tus dedos los enemigos caen postrados a tus pies, -a veces con un poco de ayuda de los guarros- sientes que todo lo que puedes hacer es poco y que nadie notará si tienes un pequeño desliz…. Cosita de nada.

¡Lo lograste!

En el país del  haiga sido como haiga sido tienes la copa en tus manos, eres el mejor, y se lo vas a restregar en la jeta a quienes se burlaron, a quienes  lanzaron pestes y no creyeron en tu omnipotencia, a esos inconformes y mediocres que no apostaban ya un peso por tu esfuerzo – ya encarreraditos  piensas en los millones que percibirás en publicidad, en ganancia, comerciales nuevos, amigos nuevos viajes al extranjero con todo pagado hasta a los amigos gorrones invitarás a promover las nuevas reformas y negocios claro está-  todo sonríe, el futuro es brillante y prometedor, la tienes en tus manos, ves arrodillados a los que se atrevieron a juzgar.

 Pero ¡oh sorpresas te da la vida!

Hoy es un gran día, te sientes tan orgulloso y planeas comerte al mundo.

Los dramáticos progresos que hiciste te reservan solo lo mejor, han pasado medio millón de años desde el encendido del fuego, que son un parpadeo para la edad del universo, y en este parpadeo tú te convertiste en rey, ahora en plena construcción de vehículos espaciales y aviones privados de siete mil millones para viajar a placer, te estás deslumbrando sin darte cuenta, pierdes el piso y la realidad, corres un gran peligro quedas totalmente  obnubilado  por ella  y olvidas que debajo de la pulida superficie de tu cuerpo libre de pelo al igual que tus ciento noventa y dos primos, sigue latiendo el primate,  y este primate loco que no razona a pesar de 500 años de evolución puede llevar a dar el mal paso que los enemigos esperan  (AUNQUE LA MONA SE VISTA DE SEDA… MONA SE QUEDA)



En un terrible descuido por satisfacer tus deseos y ansias de libertad o libertinaje, en ese intento de demostrar que las puedes todas y que tienes la sartén por el mango,  corres desbocado en anden de aeropuerto como si el avión fuera a avanzar sin ti, y sin darte cuenta pisas una cáscara de las mismas bananas que te sirvieron de alimento, casi sin querer te llevas entre las patas al enemigo que casualmente pasaba por ahí dándole un pequeño golpe, sin querer obviamente, y que no imaginaste sería de fatales consecuencias, en tal alboroto la jauría se alebresta y lo que pensaste podías tapar con un dedo y una orden a los guardias que te siguen, que cuidan tus pasos, se convierte en la guillotina que pone fin a tus ilusiones.

Una vez más cuando ya estás  acabado es cuando haces la retrospectiva y recuento de los errores, pero  dudas mucho si habrá otra oportunidad como la que por soberbia, locura  y por culpa de ese maldito mono interno que actúa y no piensa, todo se acaba de ir al caño.

Quieres reaccionar, pero para tu desgracia tu séquito desaparece  por arte de magia, los antes amigos no existen, lloras desvalido y  lo único que te queda será acatar las órdenes de los monos mayores que te habían puesto en la silla, no te queda más que agachar la cabeza y dejar caer la corona, esa que tanto trabajo y durante años perseguiste, con rencor y envidia verás cómo el nuevo mono será coronado… Lo tenías ya, pelado, en la boca y te cegó un impulso...

¿Será acaso el final de tu suerte o el éxito se dignará a guiñarte un ojo aunque sea desde las sombras?

 ¿Quién lo puede asegurar o negar? En esta jungla a pesar de los 500 millones de años de “evolución”  vemos decisiones  que nos hacen dudar si es verdad que la tierra gira o es solo ilusión.



Tengan buena noche queridos Divagantes, como siempre quedo en espera de sus comentarios.




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