La sociedad dominicana transita una pendiente resbalosa en la que, de un lado, Leonel Fernández y su grupo hegemonizan todas las instituciones del Estado en función de su egolatría, de su delirio de grandeza y de su apetencia desbordada de poder. Se trata de un proyecto antidemocrático basado en la corrupción pública, el narcotráfico y el retorcimiento de la ley en provecho propio.
La continuidad de Leonel Fernández y de su grupo al frente de la cosa pública significa menos educación, menos salud y menos desarrollo de los sectores productivos. También más pobreza, más abusos de poder, más despilfarro y más endiosamiento de los funcionarios públicos.
Del otro lado se encuentra Hipólito Mejía, Miguel Vargas y el PRD; que representan el pasado patriarcal, la incapacidad y un desfase histórico con relación al tipo de sociedad en que estamos viviendo.
Esas personas, partidos, grupos y subgrupos tienen en común la carencia de voluntad democrática para acometer las grandes transformaciones que demanda la sociedad dominicana del siglo 21.
Son sectores que controlan la vida pública bajo los mismos relatos de los caudillos que dominaron nuestra sociedad durante el siglo pasado, y que tienden a disolverse en los nuevos contextos y escenarios derivados de la sociedad de la información y del conocimiento.
El progreso instrumental de Leonel Fernández-PLD y el atraso patriarcal de Hipólito Mejía-PRD lucen los contendientes en las próximas elecciones del 2012, ocho años después de que se enfrentaran también en los comicios del 2004, cuando Fernández derrotó a Mejía en una primera vuelta con un 53%. Parece un culebrón repetido.
La sociedad sabe ya lo que puede esperar de unos y de otros.
Conocemos los corruptos de cada color y cómo se han hecho millonarios en su paso por las instituciones públicas.
Conocemos quién es Felix Bautista, Hernani Salazar, Diandino Peña, Guido Gómez, Alejandrina Germán, Héctor Rodríguez Pimentel, Pepe Goico, Melanio Paredes, Franco Badía, Felucho Jiménez, Amable Aristy Castro, Roberto Salcedo, Fello Suberbí y una larga lista de políticos-funcionarios cuyas fortunas provienen del robo de los dineros que los ciudadanos y ciudadanas pagamos en impuestos.
Ante esa realidad, aderezada del proyecto de concentración absoluta del poder en la mano de un solo hombre, quien ha demostrado que no tiene límites en el uso de los recursos públicos en provecho personal, de su familia y de sus más cercanos allegados y colaboradores, se impone que la ciudadanía desarrolle sus propias fuerzas políticas para salir del círculo vicioso en que nos encontramos desde la apertura democrática de 1978.
Esas fuerzas políticas ciudadanas han de desarrollarse desde la potencia social del pueblo movilizado por sus derechos a la educación, a la salud, al bienestar material y el disfrute de los espacios públicos.
Son fuerzas diversas que tienen como principal enmarcado político la lucha por más democracia, que es lo miso que la lucha por más educación, más salud, más empleo y más seguridad ciudadana.
Más democracia significa también transformación de la legislación electoral para abrir el sistema político a la diversidad de las fuerzas sociales y sectores alternativos.
Más democracia quiere decir reglas claras y justas para todos los competidores por el poder, desde los recursos que reparte el Estado entre los partidos y los medios para la publicidad de las distintas propuestas, hasta la delimitación efectiva de los tiempos de campaña y la prohibición contundente del uso de recursos públicos en provecho del grupo en el poder.
Más democracia es lo que estamos compelidos a exigir y a construir para que nuestro país entre definitivamente al mundo del sigo 21 con más bienestar, más desarrollo, más justicia y más libertad.
Grupos, partidos, movimientos y personas que queremos más democracia tenemos que convertirnos en una nueva referencia de la vida pública dominicana. Más democracia frente al autoritarismo, la corrupción y el pasado patriarcal.
En los próximos días, se darán a conocer una web donde ciudadan@s se han unido para dar a conocer posiciones y acciones en vía de alcanzar estos objetivos que tanto reclama el pueblo dominicano.
Si estas de acuerdo con el documento reenvíalo.
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Alfonso Torres
Periodista
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