En algunos bachilleratos hay la especialidad en Ciencias Sociales, que contempla materias de Derecho, Sociología y algunas otras vinculadas a la política.
Luego, te aconsejaría estudiar la carrera de Ciencias Políticas. En algunos países se llama así, a secas, aunque en otros tiene el agregado de "...y Administración Pública".
Algo igual de importante es que definas a qué campo de la política te quieres dedicar, si a su estudio, critica y enseñanza, o a formar parte de ella, es decir, a la práctica.
En cualquiera de los dos casos, entre más preparado estés será mucho mejor, así que, luego de terminar tus estudios universitarios y para distinguirte de los demás por tus conocimientos y posibilidad de acción, sería recomendable hacer una maestría o doctorado en tu país o el extranjero, ya sea especializándote en Administración Pública, en historia de las ideas políticas, en sociologia política, en Economía, en políticas públicas; en fin, eso deberás decidirlo en función del área del servicio público a la que te quieras dedicar.
Paralelamente, sería recomendable que tomaras cursos y diplomados sobre marketing político, Derecho Parlamentario, relaciones internacionales, derechos humanos y todos los espacios posibles que te doten de más y más herramientas para la acción. Así mismo, tienes que leerte diario los periódicos (de todas las corrientes), estar al día con lo que pasa en tu país y en el mundo y tratar de entenderlo, así como ser sumamente culto en temas históricos y culturales, pues un trabajo de ese tipo, pensando en llegar alto, exige de gente que tenga una visión global de la realidad.
Sin embargo, algo tanto o más importante por hacer, y tienes que empezar ahora junto con todo lo demás, es vincularte a partidos políticos u organizaciones de la sociedad civil con las que te sientas identificado, empapándote de su ideología, programa de acción, estrechando relaciones con líderes y sectores. De hecho, en ambos casos hay frentes juveniles que son el mecanismo de entrada, donde te afilian y te vas haciendo cargo de responsabilidades, poco a poco. Tú sólo, como ciudadano, muy poco podrás hacer, pues la vida política de las naciones está determinada por la fuerza de los partidos y su representación en puestos de poder público, así que a eso debes prestarle especial atención.
Obviamente, yo te estoy sugiriendo el camino correcto; sin embargo, el influyentismo y las recomendaciones muchas veces facilitan las cosas, aunque no siempre generando el mejor resultado social. Si puedes echar mano de ello, adelante, pero no por eso pierdas los objetivos y valores que te lleven a tomar esa decisión.
¡Ah!, y por último, no convertirte en un elemento de pesimismo y crítica constante en los lugares donde te llegues a desempeñar, sino en un factor de esperanza y oferente de soluciones. Ese es el secreto de ser un buen político.
Un saludo.
Fuente(s):
PD: Como la política, a pesar de las buenas intenciones, es "el arte de lavarse las manos con agua sucia", también es recomendable que vayas entendiendo la fenomenología del poder lo más descarnadamente posible, así que te recomiendo dos textos pequeñitos para empezar: "El príncipe", de Nicolás Maquiavelo, y "El arte de la guerra", de de Sun Tzu, para asimilar mejor el lado obscuro de la profesión, aunque, en realidad, es la experiencia la que va dando las mejores herramientas.
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