lunes, 25 de mayo de 2015

HISTORIA DE UN TAXI, SIN ARJONA

Es pertinente tomar precauciones, revisar los taxímetros y a qué carro te subes, ahora con  los conflictos que traen entre taxistas en todos lados, más vale.


Como se habrán percatado el fin de semana estuve ausente, no están para saberlo pero ahí les va el chisme, tenía casa llena y corazón contento, así que sabrán disculpar.

Todo era miel sobre hojuelas y pláticas sabrosas entre apapachos filiales y demás.

Las notas que siempre parecen perseguirme hicieron su presentación... para variar.

No bien se nos ocurrió ir al Museo Nacional de Antropología e Historia  y a caminar al zoológico de Chapultepec cuando comenzó la odisea, todo iba genial hasta llegar a Reforma e Insurgentes, los que conocen la bella Ciudad de México sabrán que el  tramo de ahí al Museo es cortísimo; tomamos un taxi, pues para andar en la ciudad de turistas es más práctico, pero… ¡Oh sorpresa!  Al bajarnos del taxi  y preguntar al operador cuánto era  me dice  muy orondo:

-Son DOSCIENTOS PESOS…

_¿QUEEEEEEEEEÉ?

 Como lo lee querido Divagante 200 pesotes por un servicio que en hora pico máximo te cuesta 50 pesos, el tipo arguyó que era de EASY TAXIS y que esa era SU TARIFA, que solo el banderazo era de 27 pesos y algo más,  el taxímetro – que traía casi en sus rodillas marcaba PRÁCTICAMENTE  160 pesos, y no sé qué tantas cosas más alegaba e inventaba en una retahíla de argumentos - ya me extrañaba tanta plática amable y demás atenciones , pero como quien iba de copiloto no conoce la ciudad no se dio cuenta del precio tan desproporcionado-  total para no seguir la alegata en pleno Paseo de la Reforma le di sus 200 pesos.

Así fue cómo un día que parecía tornarse genial se avinagró un poco,  por culpa de un tipo muerto de hambre que gusta de robar a sus pasajeros, sobra decir que la comidilla del día fue la cara de rica que me vieron y de turista;  para cobrarme semejante cantidad. Preguntarán por qué no le alegué o me “puse al brinco”, obviamente  le dije unas  cuantas muchas verdades en su cara – ya me conocen los que me leen- y si por míseros 200 pesos alguien soporta lo que le dije y la columna que ustedes están leyendo, creo que me salió barata la “dejada”…

Ya fuera de broma en el regreso al tomar otro taxi le hice comentario de lo que nos había pasado y de cómo el EASY TAXISTA RATERO  nos había atracado  a plena luz del día, el nuevo taxista nos dijo que es por esa clase de personas que se adquiere mala fama, que ya de por sí el pasaje en general desconfía de ellos y sumándole las actitudes y prepotencia sería peor.

También me explicó que aun siendo radio taxi como lo son los Easy si te levantan en la calle DEBEN  COBRARTE LA TARIFA NORMAL, que el servicio de radio taxi solo aplica si te recogen en tu domicilio y ha pedido por radio.

Que lo que el percibía es que  nos creyó turistas y vio la forma de jodernos una lanita, cabe mencionar que de regreso de frente al museo y hasta el Gran Fórum en Buena Vista (allá donde silbaba el tren)  estaba lloviendo, con tráfico y aun así  el taxímetro solo llegó a 89 pesos  un trayecto de más del doble  que el recorrido unas horas antes.

Es pertinente tomar precauciones, revisar los taxímetros y a qué carro te subes, ahora con  los conflictos que traen entre taxistas en todos lados, más vale.

Penosa experiencia, durante tantos años en el Distrito Federal jamás había pasado algo similar y espero no volverlo a pasar.

 Si tienen una “anécdota” similar pues compártanla, al menos para no sentirnos tan solos en nuestra desgracia… “ shiales”  luego por eso dicen: Mata un chilango y haz patria… no hay derecho.

Le comenté al TAXISTA EASY RATERO que haría una columna y en donde, así que seguramente la leerá, soy de las personas que cree firmemente en que TODO lo que hagas tiene retorno.

Tengan buena tarde queridos Divagantes.

 FUENTE: http://www.sdpnoticias.com/nacional/2015/05/25/historias-de-un-taxi-sin-arjona

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