sábado, 6 de noviembre de 2010

EL ANTICRISTO DOMINICANO...


SU DICCIONARIO NO INCLUÍA LA PALABRA RESPETO

Hipólito mejía será recordado como uno de los presidentes que reaccionaba con mayor agresividad  frente a cualquier crítica adversa. [NO JUEGUES CON CERDOS TU TE ENSUCIAS Y ELLOS LO DISFRUTAN] El mandatario no exhibía la más minina educación, consideración ni compostura frente a los opinantes que contrariaban su punto de vista.

Durante su mandato, mejía abochorno a funcionarios, adversarios políticos, periodistas, dirigentes religiosos, profesionales, y personas comunes, a las cuales insultaba , humillaba y atropellaba con palabras hirientes, sin importar el sexo ni la edad.

SU TRATO A LEONEL FERNÁNDEZ.

Una de las victimas favoritas del presidente mejía, fue su antecesor, el doctor Leonel Fernández. Desde el inicio de su campaña por la presidencia hasta el final de su gobierno, los insultos de mejía hacia Fernández no tomaron vacaciones.

Mejía comenzó diciendo que Fernández llego a la presidencia de chepa, porque no tenía condiciones para ello. En más de una ocasión se burlo públicamente de que Fernández andaba “en chancletas y en un cepillito”. Las chancletas son una especie de pantuflas y el cepillo era un modelo de carro tipo escarabajo de la marca Volkswagen, muy popular en la pequeña burguesía intelectual dominicana en la década de los 70.

En distintos momentos y escenarios, mejía dijo que Fernández sufría de amnesia,  que era afeminado y que lo único que hizo mientras ocupo la presidencia de la republica  fue “jugar al básquetbol y a las muñecas en la internet”. 

Le llamo imprudente, fracasado, simplista, vago, irresponsable, mentiroso, disparatoso, envidioso, cínico, tramposo, agitadorcito y gallina, entre otros calificativos.        

A mediados de su gobierno, el día 9 de mayo de 2002, un periodista le pidió su opinión sobre una seria de críticas que había hecho el ex presidente Leonel Fernández a la política económica del  gobierno, a lo que el presidente mejía respondió: “yo nunca lo oigo a él. Yo no pierdo mi tiempo. Ese es un mentiroso, disparatoso y envidioso.  El siempre tiene un discurso de protesta envidioso. Nada de lo que él dice ha sido verdad nunca, porque es un hombre mentiroso. Nunca lo que él diga es verdad, y yo no tengo por qué  contestar disparates”.

El 18 de diciembre de ese mismo año, Fernández dijo públicamente que mejía era una persona prepotente, y un poco más tarde, el mandatario dijo de la manera siguiente: “eso si es verdad, yo soy un hombre guapo, no como él, que es un gallina”. Dos días después, mejía volvió a referirse a Fernández durante una entrevista con periodistas. Esta vez lo califico como “el hombre más cínico de republica Dominicana”. Finalizando su mandato, en su campaña por un nuevo periodo de gobierno, Mejía llego a desafiar a Fernández a pelearse a los puños, invitación que fue rechazada públicamente por el candidato opositor.




EL GOBIERNO QUE NINGÚN PUEBLO DEBERÍA TENER: BURLA, ATROPELLO, IRRESPETO, PREPOTENCIA, AUSENCIA DE INSTITUCIONALIDAD , DEPRAVACIÓN, INCAPACIDAD, TRAMPOSERÍA, CORRUPCIÓN, CAOS, DEMAGOGIA.     


REPARTICIÓN DE INSULTOS Y ATROPELLOS.    
 
Al presidente le sobraban improperios para repartir. Cuando representantes de los distintos grupos organizados del país expresaron su rechazo a la política de endeudamiento externo, por la vía de emisión de bonos soberanos, Mejía los llamo: “sinvergüenzas, irrespetuosos, irresponsables y babosos”.

QUE LES DEN LEÑA.

A finales de julio de 2003, el gobierno se preparaba como sede de los XIV panamericanos, en medio de una crisis generalizada de los principales servicios básicos de la población, lo que motivo algunas críticas de organización populares.

En un declaración que provoco escozor, el General Gustavo Jorge García, a quien el presidente Hipólito Mejía  había nombrado jefe de seguridad de los juegos, declaro a un grupo de periodistas nativos y extranjeros que arrancaría la cabeza  a todo aquel que protestara durante la celebración del intercambio deportivo. “El que venga a inventar aquí, le vamos arrancar la cabeza. Cualquier tiguere que invente, va a tener problemas serios con nosotros”.  Dijo el General Jorge García.

Cuando los periodistas cuestionaron al presidente sobre las declaraciones tan agresivas del general, Mejía respondió: “si, si. Esas son las instrucciones que hay. A todo aquel que proteste, que le den leña”.

FIESTA DE MARICONES.

El día 1 de mayo de 2003, la prensa reseñó una información que dejo a la población sorprendida. El presidente se encontraba en la sede de la secretaria de las fuerzas armadas, y un periodista le dijo: Presidente, su esposa había dicho públicamente que no estaba de acuerdo con que usted tratara de buscar la reelección; ahora que usted ha decidido repostularse, ¿Cuál ha sido la reacción doña rosa? Mejía le echo el brazo izquierdo sobre el hombro al periodista, camino un par de pasos, y le pregunto al comunicador: ¿Y cuál sería la reacción de tu esposa si se enterara  de que el viernes en la noche tú estabas en una fiesta de maricones?

Durante el gobierno de mejía fueron muchos los periodistas espiados por los organismos de inteligencia del estado.

EL VEHÍCULO BLINDADO.

En febrero de 2003, el periodista Julio Martínez pozo denuncio en el programa de radio El Gobierno de la Mañana que un funcionario del gobierno había retirado un vehículo blindado  de las aduanas sin pagar los impuestos correspondientes.

Antes de concluir el programa, el presidente mejía llamo por teléfono y exigió que sacaran su llamada al aire para refutar a Martínez pozo. Una vez en el aire, mejía dijo lo siguiente: “usted va tener que demostrar lo que está diciendo, y si es mentiras, prepárese; usted me tendrá que aclarar eso, porque no es posible que sigamos  diciendo cosas y todo el mundo se ría de eso. No, no eso hay que aclararlo, y yo estoy dispuesto a actuar inmediatamente. Ya se están haciendo las investigaciones, pero como usted es tan transparente, y habla tan claro, como  yo también, dígalo a la opinión pública. Esto es público, y estoy dispuesto a actuar inmediatamente.  ¿Por qué no actuó usted en el pasado, con las cosas que usted sabe, que van a salir a la opinión pública? ¿Y los cuartos que usted cobraba también? Que salga eso en los periódicos”.

Mientras el presidente se disponía a someter al periodista Martínez Pozo a la justicia, por difamar al gobierno, el director general de información, Prensa y Relaciones públicas del gobierno, Luis Gonzales Fabra, inicio una campaña de descredito con espacios pagados a páginas completas en los periódicos para desacreditar al comunicador. El funcionario se hizo expedir certificaciones de la dirección general de aduanas y de los principales funcionarios del palacio nacional, en las cuales aseguraba que ninguno de los miembros del gobierno  de Mejía había retirado vehículo alguno de aduanas de forma irregular.

Esas certificaciones eran reproducidas en anuncios  pagados con los fondos públicos, con un encabezado que decía lo siguiente:” LA VERDAD DESNUDA. A LOS QUE SE VISTEN DE MUY SERIOS. UNA DEMOSTRACIÓN MAS DE QUE LOS MENTIROSOS DE PROFESIÓN NO PEGAN UNA”

La Presión de Martínez Pozo fue tan grande, que el periodista se vio precisado a buscar un entendimiento  con el gobierno. En un acto deprimente, en que la emisora z-101, sede del programa “El Gobierno de la Mañana”, invito a mejía, el gobernante se burlo de Martínez Pozo al llamarlo monito.

EL DIABLO GANO LAS ELECCIONES.

Una de las acciones más cavernarias ejecutadas por el gobierno de Hipólito Mejía contra la prensa fue el apresamiento de los locutores de MonteCristi Horacio Emilio Lemoine y Carlos Martínez, productores de un programa de radio de la emisora Radio MonteCristi. Lemoine y Martínez producían el programa “El Bonche de la tarde”, donde recibían llamadas de los oyentes y sacaban al aire sus opiniones.

Una tarde, los locutores decidieron preguntar a los oyentes por cuál de los candidatos votarían para las elecciones presidenciales que se celebrarían en el país en el mes de mayo de 2004. Cuando uno de ellos pregunto a un oyente por quién votaría, al mencionar el nombre del presidente  Hipólito Mejía, el oyente le dijo: YO VOTARÍA HASTA POR EL DIABLO, Y NO POR HIPÓLITO MEJÍA.

La respuesta del oyente estimulo a darle un nuevo matiz a la encuesta, incluyendo un candidato adicional: EL DIABLO. Al terminar   el conteo de los votos, el diablo gano 14 a 2 a Mejía, lo que motivo la ira del mandatario, quien inmediatamente ordeno  apresar los locutores por faltarle el respeto al jefe de estado.

Lemoine y Martínez fueron apresados y enviados con grilletes en las manos a la capital del país, ubicada a 400 kilómetros de su domicilio, donde permanecieron presos por varios días, sin que mediara ningún procedimiento judicial. Durante su prisión, los locutores permanecieron incomunicados con sus familiares y fueron interrogados por el Departamento Nacional de Investigaciones y por la policía nacional. Casi una semana después de su detención, fueron liberados sin que se les pudiera acusar de violar ninguna ley, debido a las protestas de los pobladores de montecristi. 





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