miércoles, 7 de septiembre de 2011

¿QUIÉN FUE SUN ZI?







Su bisabuelo Qin Wan era del reino de Qin, del cual escapo al reino de Qi por los disturbios internos y entro al servicio del rey de Qi, destacándose en sus tareas, cambiando su apellido, llamándose Tian Wan. Su abuelo Tian Shu fue ministro del reino de Qi. Por sus hazañas en la conquista del reino  de Ju, el rey le confirió el apellido Sun. Su padre Sun Ping también fue un funcionario importante del reino Qi. Sun Wu, su nombre inicial, nació en Lean, del reino Qi (hoy ese lugar corresponde al distrito Huimin, provincia de Shandong, donde ha sido reconstruida  su casa natal, que funciona como museo), creció en una familia aristócrata de herederos, y sus antecesores eran expertos en asuntos  militares. Desde la infancia tuvo conocimiento de todo lo relacionado con los hombres y medios empleados en las fuerzas militares. El reino de Qi era en ese tiempo un centro político, económico y cultural  de China y un lugar donde crecieron muchas personalidades de elite. Este ambiente social ofreció muchas facilidades al joven Sun Wu, para que estudiara los asuntos militares, lo que, sumado  a su talento natural, hizo posible la elaboración de su doctrina de empleo de las fuerzas armadas.


Como consecuencia de disturbios internos, ahora en el reino Qi, huyo al reino de Wu (hoy ese lugar es el sur de la provincia Jiangsu), donde hizo llegar su obra el Arte de la Guerra a Helu, rey de Wu, quien luego de leer la obra, le concedió una audiencia y, para probar si el método era bueno, le ordeno hacer una demostración sobre la dirección de movimiento de tropas con 180 mujeres. Sun Wu las dividió en dos compañías y puso a las dos concubinas favoritas del rey  al mando de cada una, las instruyo sobre movimientos simples con alabardas (derecha, izquierda, atrás y al frente). Las mujeres dijeron: “Hemos entendido”.






Una vez enunciadas las reglas se aprestaron las armas del verdugo, haciendo ver que no era broma. Entonces, Sun Wu repitió las ordenes 3 veces y las explico 5 veces, tras lo cual dio al tambor orden de “Frente Derecha”. Las mujeres estallaron en carcajadas.



Sun Wu dijo: “Si las reglas  no son claras y las ordenes no han sido bien explicadas, la falta es del comandante”. Entonces  repitió las ordenes 3 veces y las explico 5 veces y el tambor dio la señal de marcha a la izquierda. Las mujeres, nuevamente, prorrumpieron en carcajadas. Sun Wu dijo: “Si las reglas no son claras y las ordenes no han sido bien explicadas, la falta es del comandante. Pero, cuando han sido impartidas claramente y no obedecidas con arreglo a la ley militar, el crimen es de los oficiales”. Entonces ordeno que las jefas de cada fila fueran decapitadas como ejemplo. Luego designo  en su lugar a las dos que las seguían como jefas de las compañías.

A continuación repitió las señales con el tambor y las mujeres marcharon hacia la izquierda, la derecha, al frente, atrás, se arrodillaron, y se levantaron en riguroso cumplimiento del ejercicio prescrito. No osaron hacer el menor ruido. 





El rey Helu aprecio entonces la capacidad de Sun Wu como comandante y llegado el momento fue designado general.  A partir de ese momento,  junto al general Wu Zixu, condujeron las operaciones militares del reino de Wu, lograron la victoria en la guerra de Baiju y derrotaron al poderoso reino de Chu en el oeste, amenazando con las fuerza en el norte a los reinos de Qi y Jin y sometiendo al reino de Yue en el sur.

El Aporte de Sun Wu fue fundamental y desde entonces fue conocido como Sun Zi.

Como Era La Guerra En Tiempos De Sun Zi.

Hasta el año 500 a. C, la guerra en cierto sentido era algo ritual. Había un código aceptado generalmente por todos, en que las hostilidades estaban prohibidas durante los meses de la siembra y de cosecha, tampoco se peleaba en invierno por el frió y en verano por el calor. En combate estaba vedado golpear a los viejos o herir nuevamente a un enemigo. Un buen gobernante no organizaba “matanzas en las ciudades”, ni “emboscadas en los ejércitos” ni, “mantenía el ejercito en armas”  fuera de los periodos establecidos. Tampoco apelaba a trampas o a tomar ventajas de mala sobre su adversario, por ejemplo, el duque de Xiang de Sun   en el año 638 a. C, al coronar una altura, conduciendo sus tropas contra un reino vecino, sorprende a su enemigo, sorprende a su enemigo  cruzando un río el ministro que lo acompañaba el sugiere atacar  y el duque ni siquiera le contesta.






Cuando el enemigo termino de cruzar, pero aun no había formado su cuadro de combate, el ministro le pide nuevamente atacar  y el duque le contesta que “El sabio no aplasta al débil ni ataca a un enemigo que no esta dispuesto para la lucha”. Como ustedes estarán pensando, cuando estuvo todo dispuesto, el duque fue herido, sus tropas derrotadas y dispersadas  por la región.




Mao Ze Dong lo cita: “Nosotros no somos el duque de Sung”


Los ejércitos eran comandados por el gobernante en persona  o algún ministro de estado facultado para ello. Los comandantes de las distintas columnas eran miembros de la aristocracia hereditaria; el rango de cada uno en la jerarquía  militar reflejaba su condición en la sociedad, y la estructura de la misma le impedía que surgiesen militares  competentes, a no ser que no fuesen nobles. El papel principal en los combates  estaba reservado a los carros de cuatro caballos, integrados por el conductor, un lancero y un arquero nobles.  Los infantes eran los labriegos y siervos aportados por el comandante noble y se agrupaban en torno de los carros, siendo su armamento lanzas, dagas y espadas cortas, y su vestimenta, chaquetas acolchadas.




Evidentemente, el terreno adecuado para los carros determinaba y restringía  las formaciones de combate. Esas batallas eran encuentros confusos, en que ambos bandos acampaban frente a frente  varios días mientras se hacían sacrificios  propiciatorios hasta que los adivinos señalaban el momento auspicioso, y entonces se arrojaban sobre el contrario, decidiéndose la situación rápidamente o eran rechazados y se retiraban, o se abrían paso a través de la defensa, mataban a quienes oponían resistencia, perseguían durante dos li (725m) a los que huían, recogían todo lo que tenia valor y volvían a su campo o a su ciudad. La victoria no era explotada, eran operaciones limitadas para lograr objetivos limitados.




Cuando aparece Sun Zi en escena, esta sociedad estaba en sus ultimas etapas de desintegración, siendo paulatinamente remplazada por otra totalmente distinta, que ofrecía muchas mas posibilidades para el talento individual.





Como el sistema de reclutar tropas era ineficaz en inseguro, los grandes reinos comenzaron a formar ejércitos permanentes, dirigidos por militares profesionales. Los nuevos ejércitos  estaban integrados por tropas disciplinadas y bien entrenadas  y por reclutas de 16 a 60 años de edad. Las tropas profesionales formaban la vanguardia, y eran seleccionadas especialmente por su coraje, destreza, disciplina y lealtad.





Los reclutas provenían de los campesinos, cuya conscripción se realizaba a razón de uno por cada grupo de 8 familias, de manera de no afectar seriamente la actividad productiva. Es en esta época en que aparece el concepto del “Estado Mayor”, el cual estaba conformado por numerosos especialistas: meteorólogos, cartógrafos, oficiales de tendencias e ingenieros, expertos en cruce de ríos, en inundaciones, ataques por fuego y uso del humo. También aparecen los códigos militares de disciplina, que comprendían desde el general hasta el ultimo de los soldados, que, aunque muy severos, impedían la aplicación de castigos crueles, o arbitrarios; con esto, a su vez, surge la doctrina de la responsabilidad colectiva en batalla.



Es importante destacar que también encontramos los movimientos de fuerzas  con precisos cálculos de tiempo y espacio, lo que, sumado  a los progresos tecnológicos, hizo revolucionar el arte bélico en la antigua china. Si bien el arco reflejo compuesto, conocido como “Arco Tártaro”, que venia usando desde la dinastía Zhou, era muy superior al arco de una sola duela que se usaba en occidente, es la ballesta, invento chino de principios del siglo IV a.C., lo que le confiere al ejercito un arma de trayectoria precisa, gran seguridad y tremendo poder ofensivo. Posiblemente con la habilidad que fueron adquiriendo los ballesteros con el transcurso del tiempo, hayan terminado por hacer ineficaces los carros de 4 caballos. También la tecnología  aporto armas cortantes de gran calidad, capaces de adquirir y conservar el filo, así como diversos tipos de aparatos para asaltos de ciudades amuralladas, e implementos protectores para guarnecer  a los zapadores que perforaban túneles.




Los ejércitos que conocía Sun Zi, entonces, estaban integrados por elementos equipados con yelmo y armadura, y eran: hombres de espada, arqueros, lanceros ballesteros, y carros de 4 caballos. La caballería como arma no aparece hasta el año 320 a. C., pero se utilizaba a jinetes (sin monturas ni estribos) como observadores y mensajeros.





Así, unos decenios antes del comienzo del siglo IV a. C., la guerra en china había alcanzado su madurez; una forma que,  excepto a lo que atañe al empleo de la caballería, no habría de sufrir cambios importantes durante mucho siglos, diríamos que hasta nuestros días. (En esa época los chinos poseían las armas mas avanzadas, y eran maestros en tácticas ofensivas y defensivas así como en técnicas con las que habrían podido plantear a Alejandro problemas mucho mas graves que los que le plantearon los griegos, los persas o los indios). 





Es entonces, con este panorama, cuando nos referimos en forma, yo diría más que sucinta, al contenido de los 13 capítulos de El Arte de la Guerra de Sun Zi.


Autor:

Coronel Gustavo E. Brozia.
Conferencia pronunciada  en el Ateneo de Montevideo (Uruguay)
El día 25 de noviembre de 2005.




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