miércoles, 5 de agosto de 2015

CUANDO LOS ANCIANOS DE SABIOS PASARON A SER UN ESTORBO


Inversión sin retorno, si el gobierno pone trabas para invertir en la niñez mexicana, en su educación.

¿Qué pasará con los ancianos, sus enfermedades crónicas y los que no tienen pensiones?

 ¿Las nuevas leyes de salud en México tendrán un rubro que se ocupe de esta parte desvalida de la población?

En un mundo donde vivir es cada día más caro los ancianos representan un gasto enorme, una carga muy pesada que al parecer el gobierno de México no está tampoco dispuesto a llevar sobre los hombros.

Apenas escuchaba hablar a Víctor Trujillo bajo la máscara  de Brozo con Aldo Suárez, especialista en psiquiatría, bastante interesante el tema sobre la rama de la medicina dedicada al mantenimiento de los adultos muy mayores en países como Japón, donde el familiar aprende y toma cursos para poder dar el auxilio necesario al adulto mayor que tiene en casa.

Un enorme abismo en comparación con los ancianos de nuestro país, todo lo bueno del programa de televisión y la información que aquí fue vertida  sería aprovechado  escasamente por el  5% de la población  necesitada de ese tipo de atención especial en México, la realidad es otra muy distinta; más compleja, nada alentadora y muy triste.

 Los ancianos de nuestro país son menos que ceros a la izquierda, para la política que en este momento se maneja por parte del estado, así como  la que maneja el gobierno mundial  SOLO SON UN ESTORBO.  Ya sé que la indignación llega a sus cerebros a la mención de estas cuatro palabras, pero es la realidad que se vive, se respira, se palpa.

Lejos muy lejos en los anales de la historia encontraremos tiempos en donde el consejo de ancianos era el tesoro de una comunidad, allá en lo recóndito de los pueblos donde los usos y costumbres siguen ejerciéndose quizá aún perdura esa tradición ancestral, pedir consejo a los más viejos del pueblo y sentirlos como parte de tu familia. Sobre todo en las decisiones más importantes que  se toman referente al bien común de la población.

La realidad en las ciudades y en las oficinas burócratas es otra, aquí solo representan números rojos, volumen, carga fiscal y administrativa.

Lo dijo con todas sus letras Christine Lagarde  la cabeza mayor del FMI  Fondo Monetario Internacional:

“Los ancianos viven demasiado y son un riesgo para la economía global, tenemos que hacer algo ya…”

 Sabemos perfectamente a que le llaman “hacer algo ya” en las altas esferas, lo hemos visto cuando “hicieron algo ya” con el índice de natalidad en muchos países,  países que por cierto ahora  están solo llenos de ancianos y que acuden a países tercermundistas a adoptar niños o alquilar vientres, como los que vienen al estado de Tabasco, pero esa será otra columna, ahora nos ocupan los ancianos que no tendrán  en pocos años un techo  donde cobijarse.



Ahí tenemos a España y Grecia donde los mayores de 55 años desempleados lideran la tabla del OCDE “No puede pasar más tiempo antes de impedir que la secuela de la crisis sean permanentes y que millones de trabajadores queden atrapados en lo más bajo de la escala económica…”. Lo acaba de decir Ángel Gurria, mexicano por cierto y flamante cabeza de este organismo de clase mundial…  Refiriéndose al desempleo en España que ataca principalmente a menores de 25 y mayores de 55 años.  Las imágenes e historias ahí las lees en los diarios locales, como son desahuciados, como son aventados a la calle ancianos que no tienen para seguir pagando las hipotecas monstruosas que acaban con el patrimonio de toda su vida.

¿Acaso tendrán para una pensión y vejez digna si no tienen casa y comida?

 Lo que sucede en España y Grecia  sucede en todo el mundo aunque traten de ocultarlo, las tragedias con los ancianos van en aumento y a nadie parece importarles, acaba de pasar el incendio del asilo en México,  ¿alguien ha visto protestas o pronunciamientos al respecto?  Hasta donde se supo familiares de los ancianos muertos acudieron a cobrar por los que murieron y algunos ni siquiera fueron reclamados, ese es el trato  a los ancianos en todos lados.

Cuando no son maltratados o abandonados, son usados como niñeras sin sueldo, en una población como la mexicana con un alto índice de madres solteras, ya sea por abandono, divorcio o la causa que usted guste y mande, muchos abuelos  cargan con la responsabilidad de cuidar nietos, cuando ya en el ocaso de su vida los que necesitan cuidado son ellos mismos, pero no hay de otra “la familia esta para apoyar”.

 Con el aumento de enfermedades de tipo mental que aqueja a los ancianos requieren de un mayor cuidado y especializado, algo que  en mucho tiempo dudo que veamos en  nuestro país, ya lo decía el especialista Aldo Suárez,  la carrera de geriatría: “Parte de la medicina que se ocupa de las enfermedades de la vejez”,  a diferencia de la  gerontología,  que es: “El estudio de la salud, de la psicología y la integración social y económica de las personas que se encuentran en la vejez”,  esta última como comprenderá es de las menos socorridas por el alumnado dedicado a aprender medicina; y cómo no, si  quien pueda acceder a ella será solo una minoría, un grupo de privilegio, por lo tanto la ganancia no será  como muchos mercenarios de la medicina esperan , quizá solo unos cuantos con vocación lo intenten.

Todos en algún momento hemos tenido conocimiento de algún anciano en nuestro vecindario, calle o población, al que sabemos sufre de maltrato o no tiene quien vele por su seguridad, cada día aumenta la población de ancianos, y si en nuestro caso es complicado ganar un sueldo decoroso para comer fríjoles.

¿Qué pasará con esos miles de ancianos que arrumbados como un mueble viejo ven pasar los días y las noches  sin una esperanza de vida?

Lo único que vemos  como esperanza será reencontrarnos con la enseñanza  que algún día tuvimos y que comprende el cuidado y el amor hacia “el tronco de la familia”, esperar ayuda gubernamental en casos especiales es casi como esperar un milagro.

 Como siempre en espera de sus comentarios y agradeciendo la lectura.




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